Lo he intentado.
Aprendí a verte de lejos,
a correr detrás
para poder respirar el aire que exhalabas,
a reírte a carcajadas.
Lo he intentado.
Luche contra mi corazón,
hice caso a tus palabras,
y soñaba a escondidas
tus manos surcándome entre tus miradas.
Y ahora sé que estuve en lo cierto,
no había motivo para olvidarte,
no había razón para no pensarte,
pues a veces es posible creer
incluso en lo que no puedes ver.
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