miércoles, 21 de abril de 2010

Busca la contra-contrariedad

Hoy es un día irónico!!! O... eso creo.

Aférrate al Pasado.

También ahora puedes aferrarte al pasado, y es que siempre se ha dicho... cualquier tiempo pasado fue mejor!! ¿Por qué disfrutar o preocuparse también, porqué no, viviendo el presente, si puedo pasarme los minutos, horas y días, dando vueltas a mis peripecias del pasado?
Aférrense al pasado pues sí, tiene una gran ventaja, y es que esto no les dejará tiempo para ocuparse del presente. Pero... ¿Qué ocurriría si alguien de repente da un viraje de 180 grados en su ángulo visual y repentinamente comienza a fijarse en ese día que tiene en frente? Pudiera comprobar que el presente no sólo le ofrece contrariedades como ésas que tanto le gusta analizar del pasado, sino que además, también le presenta, valga la redundancia, alguna que otra contra-contrariedad.

(De nuevo, gracias a Paul Watzlawick)

El Arte de Amargarse la Vida

 Naturalmente la capacidad de amargarnos la vida está en nosotros mismos. ¿Para qué buscar objetividad donde puedo encontrar mi especial manera de mirar las cosas, esa criba por la que todo lo bueno se va, y tan sólo me quedo con lo malo, y a mi parecer más grande y pesado?

¿Para qué pensar por ejemplo que esa relación ya estaba rota, condenada al desastre, que a ti ya no te interesaba estar con esa persona, que no veías el modo de dejarlo... cuando puedes comenzar a pensar que esa persona era todo lo que tenías y nada ni nadie más se comparará con lo que ya perdiste?
Nos podemos convencer una y otra vez de que esa relación aun podría sufrir un "nuevo arreglo serio y sincero" con el cual tiraría para adelante como debía de ser. Convénzase de que no ha hecho todo lo posible por esa "relación tan especial", piense que fue un inútil y todo fue su culpa. Y por supuesto, déjese guiar por una reflexión que obviamente es la "más lógica de todas": Si la perdida de ese ser querido fue tan inhumanamente doloroso, ¿cómo no va a ser el reencuentro el momento más dulce y perfecto que podría esperar? Apártese de sus amigos, quédese en casa junto al teléfono, porque si éste llegara a sonar así podrá estar usted disponible al 100%, inmediatamente y entregado del todo.


No hace falta, o quizá sí... ÍRONÍA: Dícese de la figura de la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice.



(Gracias a Paul Watzlawick).

viernes, 9 de abril de 2010

Mi Playa sin Mar

Tú el Sol
y yo el día,
Tú  la luz
y yo la bombilla,
tú la pintura
y yo el papel,
tú la sonrisa
y yo los labios,
tú el reflejo
y yo el espejo,
tú la risa
y yo las cosquillas,
tú el mar
y yo la playa

Porque nunca quiero ver
Un día sin sol,
una bombilla sin luz,
un papel en blanco,
tus labios sin una sonrisa,
mi espejo sin tu reflejo,
cosquillas sin risa...
mi PLAYA SIN MAR.

No hay Playa sin Mar

Sidi Bou Said. Puerto Perfecto

jueves, 8 de abril de 2010

"Ho Voglia Di Te"

Te tengo ganas. ¿Por qué siempre nos parece que todo suena mejor en otro idioma?
Aun así es cierto, tengo ganas de tenerte cerca, tengo ganas de estar contigo, de entrar en tu luz. Pero no sé como llegar. Sólo tú lo sabes. Quiero descubrirlo contigo. Llévame a esa luz donde tú estás. Es dónde quiero ir. No eres como la Luna. Quise buscar esa luz que hay detrás de ti, luz que te hace brillar cada noche, cada vez que te miro, pero no, nunca la encontré. No lo comprendí y quise seguir intentándolo, pero no, tú no eres como la Luna. Tú tienes luz propia. Llévame a ella. Déjame entrar.

Miedo. Repítelo y Véncelo.

Tengo miedo. Miedo de tenerte y no tenerte. Miedo de pensar demasiado. Miedo de pensar que no es pensar. Miedo de correr calle abajo y no encontrarte. Miedo de no abrirme. Miedo a que no te abras. Miedo de abrirme demasiado. Tengo miedo del despertador. Miedo a acabarme mi paquete de galletas. Miedo a encender la televisión sola en el sofá. Miedo a que explote mi ordenador. Tengo miedo a volar y no parar en tu estación. Miedo de que vueles en otra dirección. Miedo de cruzar la calle sin ti. Miedo de saltar a la otra acera y caerme en el salto. Tengo miedo de chocarme con ella. Miedo de conducir hacia ningún lugar. Miedo del miedo a la soledad. Miedo de hundirme intentándolo, y miedo de que tú no lo intentes. Miedo de perseguirte, y nunca hallarte. Miedo de que me persigas sin intención. Miedo a que me arrastre un vendabal. Miedo a no poder andar. Tengo miedo a que mi recta se vuelva curva. Miedo de no medir lo suficiente. Miedo de colgar antes de tiempo, o de llamar cuando no debo. Miedo a la espera, y miedo a perderte por no esperar. Miedo de hacerlo, pero aun más de no hacerlo. Miedo a una sábana fría. Miedo a la manta sobre el suelo. Miedo al agua fría de la ducha, y a las gotas que de la bañera no se escapan. Tengo miedo del café solo.
Tengo miedo del miedo.
Miedo del miedo que me da que me de miedo.

Y lo repito... Tengo miedo del miedo... Miedo de ti, miedo de mi, miedo de ser, y que no seas, tengo miedo... mucho miedo...
Repítelo tú, pues si aun no lo viste, de tanto repetir que repito que tengo miedo, esa palabra repetida su sentido pierde, y ya no sé decir lo que tengo pues el miedo ya no es ni miedo, ni nada. El miedo es, lo que no es.

miércoles, 7 de abril de 2010

¿Sigues o no Puedes?

Como cuán pez correteando alrededor de su acuario, igual que un periquito encerrado en su minúscula jaula, corres y corres y ves que la línea roja se muestra cada vez más fina, cada vez menos clara, cada vez más lejana. Pero sigues intentándolo, y de nuevo y esta vez sobre un veloz caballo cabalgas a galope hacia la línea que todo lo separa. Esta vez crees que solo necesitas estirar tus dedos, crees que estás a punto de tocarla y tus ojos brillan frente a los suyos, tiras de las riendas más fuerte, estiras el brazo con valor, gritas al viento para que te oiga el mundo... y sin embargo el grito solo como eco vuelve a ti, un grito sordo que ni siquiera llegó a salir de tu garganta, parece que el caballo se desboca, y la línea de nuevo está lejos, más lejos aún. Tras una caída siempre viene una gran decisión, "me levanto y sigo... o admito que no puedo".

lunes, 5 de abril de 2010

y dos veces nO

Sonreír, y sonreírte,
bailar, y bailarte,
mirar, y no dejar de mirarte...
No quieres separarte,
pero tienes miedo,
no puedo soltarte,
pero debería hacerlo,
no sé olvidarte,
ni pienso intentarlo,
no quieres mostrarte,
pero casi lo hiciste,
no puedes enfrentarte,
pero tienes que hacerlo...
Para volver a sonreírte, y sonreír,
para volver a besarte y reírte,
para volver a mirarte y que me mires,
y que lo veas.

¡ No podía faltar ! P L A C E B O

Isabel Coixet

Otro clip de Paris Je T'aime. Cuánto menos curioso!!