¿Para qué pensar por ejemplo que esa relación ya estaba rota, condenada al desastre, que a ti ya no te interesaba estar con esa persona, que no veías el modo de dejarlo... cuando puedes comenzar a pensar que esa persona era todo lo que tenías y nada ni nadie más se comparará con lo que ya perdiste?
Nos podemos convencer una y otra vez de que esa relación aun podría sufrir un "nuevo arreglo serio y sincero" con el cual tiraría para adelante como debía de ser. Convénzase de que no ha hecho todo lo posible por esa "relación tan especial", piense que fue un inútil y todo fue su culpa. Y por supuesto, déjese guiar por una reflexión que obviamente es la "más lógica de todas": Si la perdida de ese ser querido fue tan inhumanamente doloroso, ¿cómo no va a ser el reencuentro el momento más dulce y perfecto que podría esperar? Apártese de sus amigos, quédese en casa junto al teléfono, porque si éste llegara a sonar así podrá estar usted disponible al 100%, inmediatamente y entregado del todo.
No hace falta, o quizá sí... ÍRONÍA: Dícese de la figura de la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice.
(Gracias a Paul Watzlawick).
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