A veces hay alguien que pese a tantos como aparecen después, nunca desaparece.
¿Es esa persona el futuro?
Y hablamos de futuros sin tener claro el presente.
¿Es más fácil comprometerse para el futuro que para el presente, sin decir cual será el momento exacto de ese futuro compromiso?
¿Hablar de futuros significa afianzar presentes?
¿Cómo es posible dudar tanto de todo teniendo claro lo que sentimos?
Pero esta vez ya no hay marca atrás, has lanzado tu ancla en mi red. Difícil escapatoria.
Ahora solo necesito escuchar de nuevo esa respiración acelerada que hacía que yo no pudiera parar.
Porque a veces nuestro futuro es predecible pero nos gusta hacerle esperar.
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