A veces sientes que vas a estallar, abres la boca y ahogas un grito que solo escuchas tú, la bomba que hay dentro de ti sigue palpitando desconchándote hasta la piel, pensaste que una sola palabra te haría alejarte, negar el aquelarre al que lo tenías condenando, pensaste que, cual ave fénix resurgirías de las cenizas tan solo con esa mirada que anhelabas... Pero tu vello sigue erizado, tus ojos no dejan de brillar en la oscuridad, tus labios se escaman ante el gélido agua de la playa nocturna. Un paso tras otro, un pie adelante, y después el otro. Te adentras en la mar, pues todo lo que esperabas llegó muy tarde, tarde para ti, tarde para tu promesa, tarde para continuar... y Tarde... repites mientras cierras la boca, la nariz y los ojos, pues ya solo tus cabellos ondean a la luz de la luna, aun sobre la superficie de la mar en calma... por fin en calma...
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