hueles a miel,
la nieve te bañaba,
mis ojos cegados de luvia.
tus manos recorriéndome,
pidiendo permiso para amarme,
como la sonrisa del camaleón,
cambia, un rosa,
olor fresco,
nuevo rojo,
bailé contigo durante horas,
un bar lleno,
vacío para ti y para mí,
nerviosa a cada mirada,
sin palabras ante las tuyas,
sin respuesta,
solo te robé un beso,
lujuria descontrolada,
a escondidas nos fugamos,
y te dije: "Sin ti no",
y sin ti no pude.
y sin ti no pude.
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